Por Juan Ignacio Repetto
Antes de convertirse en una de las piezas clave de Arsenal de Sarandí, Mauro Óbolo tuvo pasos por Vélez y Lanús. El delantero comenzó su carrera profesional en el Fortín, mientras que en la temporada 2004-05 formó parte del club del sur de Buenos Aires.
Jorge Griffa, conocido por promover en Primera División a jugadores como Jorge Valdano, Gabriel Batistuta o Américo Gallego, decidió hacer ingresar a Óbolo en las inferiores de Boca y, si bien no llegó a vestir la camiseta Xeneize en la máxima categoría, esta decisión fue fundamental para el futuro del goleador, que dejó su vida en Córdoba para probar suerte en Capital Federal.
Luego de quedar libre en el club de la Ribera y tras someterse a una prueba en Liniers, Vélez decidió ficharlo en 1997, con 16 años de edad. En 1999, el atacante reemplazó a Rolando Zárate en la victoria por 2 a 1 frente a Gimnasia de Jujuy y debutó con la “V” azulada en el pecho.
Después de disputar 31 encuentros y marcar 6 tantos, el cordobés dejó el elenco que hace de local en el Amalfitani y retornó a su provincia natal, en donde firmó para Belgrano.
Sin embargo, en 2003, el delantero volvió a Vélez, aunque solo por un año. Pese a los escasos tres goles obtenidos en su segunda etapa en Liniers, Lanús se interesó en sus cualidades y lo adquirió para afrontar la temporada 2004-05.
En el Granate estuvo presente en 32 partidos y festejó en 5 ocasiones, lo que le alcanzó para tener una nueva oportunidad en el fútbol europeo en el Burgos de España. Allí, Óbolo pudo dejar atrás su amargo rendimiento en el Piacenza italiano (jugó siete cotejos y no anotó en 2002) y gritó gol nueve veces.
En su extensa trayectoria, que supera los 300 partidos, Óbolo solamente salió campeón en el AIK Estocolmo de Suecia, en donde obtuvo la Liga y la Copa local de 2009.
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