Por Gonzalo Durand
Jerónimo Barrales, ex delantero surgido en Banfield y actual atacante de Unión de Santa Fe, intentará romper una racha negativa de seis partidos sin hacer goles para cumplir con la Ley del Ex, ya que se enfrentarán el Taladro y el Tatengue el próximo lunes a las 17, por la novena fecha del Torneo Apertura 2011.
Durante los primeros años de su infancia, Barrales formó parte del mundo de los deportes. Primero, hizo tenis, golf y natación, y luego arrancó en el rugby, ya que muchos decían que por su contextura física iba a sobresalir en esta disciplina. Sin embargo, los tackles lo aburrieron, y a los 11 años decidió probar suerte con el fútbol tras sumarse a las Inferiores de Banfield. Allí se consagró tres veces como el máximo goleador de la historia en las divisiones menores, y este buen nivel le sirvió para llegar a Primera.
Un 12 de febrero del 2006, en un River-Banfield jugado en el Monumental de Núñez, Barrales debutaba en la máxima categoría del fútbol argentino. Fue victoria para el Millonario por 3 a 1, con goles de Luciano Figueroa, Gonzalo Higuaín y Marcelo Gallardo, mientras que para la visita había anotado Cristian Leiva. A los 24 minutos del segundo tiempo, Carlos Leeb, histórico ex delantero del Taladro y entrenador del equipo por aquel entonces, hizo ingresar a Barrales en lugar del lateral izquierdo Hernán Pagés. 10 meses más tarde, marcó su primer gol en Primera, en un partido disputado el 10 de diciembre de 2006 entre Banfield y Belgrano de Córdoba, por la última fecha del Torneo Apertura y con triunfo para los del Sur por 3 a 1.
A pesar de que muchos técnicos lo definían como un verdadero tanque de 1.86 m, Barrales nunca pudo afianzarse en Banfield, debido a que los habituales delanteros titulares (Darío Cvitanich, Sebastián Fernández y Santiago Silva, entre otros) arrasaban con todos los arqueros que se les ponían en el camino. Ya tomada la decisión de abandonar el Sur, el punta dejaba un registro de 62 partidos disputados con 10 goles convertidos.
Ya sin chances en el Taladro, decidió irse a préstamo al Recreativo Huelva, un humilde equipo español que militaba en la Segunda División. Allí anotó 5 tantos (2 en la Liga y 3 en la Copa del Rey) en un total de 34 cotejos, y se convirtió en el máximo goleador del equipo a lo largo de la temporada 2009/2010.
Luego de su paso por el Viejo Continente, Barrales regresó a Banfield, con críticas constantes de los hinchas por su bajo rendimiento. Fue allí cuando apareció en escena Juan Manuel Llop, el técnico con el que obtuvo un meritorio tercer puesto en el Apertura 2007. En primera instancia, Llop quiso llevarlo al Barcelona de Ecuador antes de su paso por España, y esta vez pudo convencer al atacante de que vistiera los colores de Santiago Wanderers. En un total de 19 partidos, marcó 5 goles (4 por la Liga Local y 1 por la Copa Chile).
Finalizada su etapa en el equipo trasandino, regresó a Argentina para jugar en Unión de Santa Fe, donde participó en 6 encuentros hasta el momento, sin goles y con un penal errado ante Atlético Rafaela en la quinta fecha del Torneo Apertura 2011.
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