Por Juan Ignacio Repetto
“Vamos paso a paso”, era la frase que Reinaldo Merlo repetía después de cada partido de Racing en el Apertura 2001. Sin embargo, luego de visitar a Banfield en la fecha 17, Mostaza decidió cambiar su discurso y adelantó que su equipo iba a terminar siendo el campeón argentino.
Los de Avellaneda comenzaron esa jornada con 37 unidades, cinco más que River, su más inmediato perseguidor, contra quien habían conseguido un vital empate la semana anterior gracias al gol de Gerardo Bedoya.
El Taladro, que hizo las veces de local en el Ducó de Parque Patricios, fue el siguiente obstáculo que los de Merlo debieron enfrentar para acercarse todavía más al tan ansiado título, que desde 1966 la Academia no conseguía.
Racing pudo superar a su rival en el juego, pero los errores arbitrales le negaron poder adelantarse también en el marcador. Maxi Estevez convirtió por duplicado pero sus conquistas fueron anuladas por posición adelantada. Ni el Chanchi, ni Merlo podían creer la injusticia cometida por el juez de línea Sergio Cagni, que se equivocó en las dos ocasiones que el delantero racinguista anotó.
Luego de una espectacular salvada de Gustavo Campagnuolo ante Jorge el Loco Cervera, el partido terminó igualado sin goles y, pese a la victoria de River, el técnico del por ese entonces líder del campeonato sorprendió a todos y se sintió por primera vez ganador del título: “Se acabó el paso a paso, estamos a tres puntos y dependemos de Racing. Vamos a salir campeones”, manifestó el entrenador luego del encuentro.
Mostaza no se equivocó y, gracias al triunfo en la siguiente jornada frente a Lanús y el empate ante Vélez en la última fecha, Racing pudo mantener la diferencia con River y volvió a ser campéon argentino después de 35 años.
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