En la primera mitad del 2008, dos momentos particulares vivió el fútbol argentino: Racing jugó la promoción contra Belgrano y Godoy Cruz ascendió de forma directa a la Primera División. El país habló de la situación de La Academia mientras en Mendoza se respiraba otro aire.
Dos realidades totalmente distintas, pero en ambas el llanto era el denominador común de estas imágenes. El pueblo académico sufría por la posibilidad que tenía su equipo de descender, mientras que los simpatizantes del Tomba festejaban la vuelta a Primera.
El 7 de julio, Godoy Cruz consiguió su segundo ascenso a la elite del fútbol argentino ya que Unión, su único escolta, igualó con Ben Hur y de esta manera, el conjunto santafesino quedó sin posibilidades de alcanzarlo, y Mendoza vibró al grito de “dale campeón”.
En el torneo terminó segundo con 65 puntos, detrás de San Martín de Tucumán, mostrando un juego colectivo destacable pese a empezar perdiendo los tres primeros encuentros de la competencia. Finalizó con 19 cotejos ganados y 11 perdidos.
De la vereda de la tristeza se encontraba la Academia. El conjunto dirigido en ese entonces por Juan Manuel Llop terminó último en el torneo de Primera División con 15 puntos y se vio obligado a jugar la tan temida promoción.
Su rival de esas dos finales fue Belgrano. El primer encuentro disputado en Córdoba finalizó 1 a 1 con goles de Facundo Sava para Racing y Matías Gigli para Los Piratas. En el partido de vuelta jugado en el Cilindro de Avellaneda, la institución albiceleste ganó por un tanto contra cero y consiguió su permanencia en la Primera División.
Este lunes, Racing y Godoy Cruz disputaran un encuentro clave para los objetivos de cada uno. Lo que muchos no recuerdan, que el año 2008 fue un sinónimo para ambos conjuntos, uno gobernado por la alegría, el otro manipulado por la desesperación.
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