miércoles, 8 de junio de 2011

Acostumbrados a encontrarse en las definiciones

Por Matías Orciuoli


Pese a no ser la última fecha, Huracán y Vélez serán protagonistas, por tercera oportunidad, de la definición del campeonato argentino, aunque en esta ocasión las situaciones actuales de ambos equipos le ponen mayores condimentos a un choque trascendental, debido a que los dirigidos por Ricardo Gareca se encuentran a un paso del título, mientras que el conjunto de Parque de los Patricios lucha por mantener la categoría.


Si bien el historial entre ambos clubes cuenta con 142 partidos disputados hay dos de ellos que se destacan por la instancia decisiva en la que se jugaron y la importancia que tomaron aquellos resultados tanto para los fanáticos de los de Liniers como así también para los del “Globo”.

El primero de los antecedentes que encontró a estas dos instituciones en una definición de torneo –y quizá uno de los momentos más duros y dolorosos para el pueblo velezano- ocurrió en el Metropolitano de 1971, por la 38º y última fecha, en la que el estadio José Amalfitani se vistió de gala a la espera de una nueva consagración de su equipo que llegaba al descenlace apenas una unidad por encima de Independiente.

Enfrente se encontraba Huracán que, a esas alturas del certamen, se ubicaba en la novena posición sin chances de siquiera pelear por una plaza en la siguiente Copa Libertadores. Aún así, gracias a los goles de Luís Giribet y Roque Avallay, la visita se apoderó de los tres puntos y le arrebató a su oponente la ilusión de consagrarse campeón (Héctor Lamberti anotó el único tanto del “Fortín) porque el elenco de Avellaneda triunfó en su cancha frente a Gimnasia de La Plata y se alzó con la copa.

Sin embargo, el encuentro más recordado tuvo lugar el 5 de julio de 2009, en el mismo escenario, pero con una realidad bien distinta: esa vez, Huracán llegaba como líder y se medía ante el escolta que, en caso de triunfar, obtenía el título. Además, chocaban dos estilos de juego: el aguerrido y estructurado de los de Gareca contra el asociado y dinámico de los de Ángel Cappa.

En un final lleno de polémica y bronca por parte del técnico del “Globo”, el volante Maximiliano Morález aprovechó el fuerte choque entre Joaquín Larrivey y el arquero, Gastón Monzón, para anotar el gol que significó el campeonato y la revancha para los locales de lo sucedido varios años antes.

El próximo domingo, Huracán y Vélez volverán a estar frente a frente y, nuevamente, los dos se juegan una parada importante: los de Roberto Pompei, para alejarse del temido descenso, mientras que el “Fortín”, para sostener su ventaja sobre Lanús, en la cima del torneo.

Más curioso aún es que Vélez podría llegar a dar la vuelta olímpica sin su público en las tribunas, a raíz de la sanción que recibió su rival por los disturbios generados ante Estudiantes.

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