Por Gonzalo Durand
David Ramírez, figura de Vélez Sársfield y ex Godoy Cruz, anotó un gol en la victoria de su equipo contra el “Tomba” y culminó con las ilusiones del pueblo mendocino que anhelaba ver al club en lo más alto del Clausura 2011. Fue el 6 de junio, en cancha de Vélez, con victoria para los locales por 2 a 0, dejando atrás la eliminación de la Copa Libertadores 2011 contra Peñarol.
El estadio José Amalfitani fue el escenario del choque entre dos de los equipos que animaron el Clausura 2011. El Vélez de Ricardo Gareca recibió a Godoy Cruz en su estadio tras la eliminación por semifinales de la Copa Libertadores frente a Peñarol, que luego perdió la instancia final contra el Santos. El “Tomba”, de buena campaña en el certamen y con cuatro partidos invicto hasta ese entonces, quería abandonar su condición de escolta para escalar a la cima, aprovechando el bajón anímico del “Fortín”.
A pesar de la tristeza por no acceder a la final, la gente de Liniers alentó al equipo, que revivía con el gran objetivo de ser campeón del Clausura 2011. Para ello, debía reinsertar en el certamen el buen fútbol que implementó Ricardo Gareca desde que asumió como director técnico. Y si de calidad y sorpresa se habla, nadie mejor que el “Mago” David Ramírez para ser protagonista de esta historia. El volante, quien enfrentó a su ex equipo (29 partidos, 18 goles en el “Tomba”), contaba con todo el aliento de la hinchada del “Fortín” y terminó con las ilusiones de la gente de Mendoza, que veía cómo se esfumaban las chances de ganar por primera vez el campeonato de Primera División.
Marcelo Barovero, el arquero del local, se vistió de héroe tras salvar dos situaciones claras para la visita. Sin embargo, a los 19 minutos del segundo tiempo, llegó la apertura del marcador de la mano de Juan Manuel Martínez. El “Burrito”, luego de una buena jugada colectiva entre Ricardo Álvarez y Víctor Zapata, eludió a dos jugadores mendocinos y remató contra el palo izquierdo de Sebastián Torrico para estampar el 1 a 0. Con toda la euforia de los hinchas locales, Vélez se adueñaba de la posesión del balón para aumentar la diferencia, que llegó sobre el final, a los 45 minutos de la segunda parte. Tras un centro desde la izquierda, Ramírez paró la pelota con su pecho y sacó de la galera un zurdazo potente que se estrelló en el travesaño, para luego picar detrás de la línea reglamentaria. Segundo gol del local, la alegría espantó a la tristeza, y la desazón se mudó a la hinchada visitante, resignada al ver que su equipo se alejaba definitivamente de la pelea del campeonato.
De esta forma, Vélez se reafirmó en lo más alto del Clausura 2011, y quedaba a un paso de la consagración final. El rival siguiente fue Huracán, al que derrotó por 2 a 0, con goles de Santiago Silva y David Ramírez, quien terminó como goleador del equipo con 8 tantos en 13 partidos disputados. El “Fortín” gritaba campeón en Parque Patricios, ya que Lanús, su único escolta, no sumaba unidades en La Paternal, tras la derrota contra Argentinos Juniors por 1 a 0.
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