viernes, 10 de junio de 2011

La historia de Néstor De Vicente

Por Juan Ignacio Repetto

El 20 de marzo de 2011 quedará en la memoria de los futboleros por la pérdida de Néstor Adrián De Vicente.  El ex mediocampista, que murió esa mañana en un accidente de tránsito en el Camino de Los Remeros de Tigre,  debutó en la primera de River y también tuvo un fugaz paso por Estudiantes de La Plata.

De Vicente, ídolo en Platense, había recibido once días antes un merecido reconocimiento en el Estadio Ciudad de Vicente López, en donde supo  ganarse el corazón y respeto de los hinchas del Calamar gracias a la pasión que transmitía en cada encuentro.

Sin embargo, la carrera del nacido en Sarandí comenzó en River en 1982, club en donde no pudo conseguir ningún título pero se mantuvo hasta 1985 y llegó a compartir equipo con figuras como Enzo Francescoli, Américo Gallego, Reinardo Mostaza Merlo y Ubaldo El Pato Fillol.

Los inicios de De Vicente en River

Después de desdibujados pasos por Instituto y Talleres de Córdoba, el mediocampista fue fichado por Platense, institución en la que, según su opinión, “más cariño recibió”, pese a estar solamente dos temporadas y media. En el cuadro de Vicente López, el mediocampista cumplió buenos rendimientos y recibió por primera vez la posibilidad de emigrar al fútbol europeo.

Sin dudas que en el Grasshopperss de Suiza, De Vicente tuvo su punto más alto como profesional. En el país helvético, en donde actuó desde 1989 a 1993, el futbolista pudo levantar dos Copas de Suiza y dos Super Ligas locales, ganándose un nombre en un lugar que no muchos argentinos eligen jugar.

Luego de la experiencia en Europa, el surgido en River fue comprado por Estudiantes de La Plata en la temporada 1994 pero nunca pudo afianzarse.  Sólo once partidos disputó en el conjunto platense y no logró convertir ningún gol, luego de los treinta que había anotado en el Grasshoppers.

Racing fue el último equipo de De Vicente que, con 35 años y luego de jugar 313 cotejos convirtiendo en 70 oportunidades, decidió dejar la actividad profesional en 1998.  Muy querido y reconocido por su carácter de buena persona, su deceso golpeó muy fuerte al fútbol argentino que lo tendrá en la memoria por sus buenas acciones tanto dentro, como fuera de la cancha.
Homenaje once días antes del accidente

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