viernes, 20 de mayo de 2011

El “Bambi” y Ramón, contagiando buen humor

 Por Leandro Laface



Héctor Veira y Ramón Díaz, dos personas identificadas con River y San Lorenzo, declararon, durante sus carreras como entrenadores y jugadores, frases que hicieron sonreír a un pueblo, generar discusiones entre periodistas y enojar a sus víctimas.

El buen humor y la inteligencia son sinónimos de estos dos personajes del fútbol. Al “Bambino” le gustaba la noche y al “Pelado” gastar a los hinchas de Boca.


Una anécdota que revela el humor del ex jugador de San Lorenzo se produjo en un encuentro que el Ciclón perdía por goleada y la Oveja Telch, compañero de equipo, le pidió que corra más, que ponga mas ganas. Ante este pedido el “Bambi” le contestó: “Corré vos que para eso te acostás a las 8 de la noche”.

Veira utilizó su picardía para firmar un autógrafo cuando era jugador: “El resultado lo maneja Dios”.  El club que actualmente tiene su cancha en el Bajo Flores quiere volver a Boedo y el “Bambino” irónicamente lo pedía cuando era entrenador del conjunto azulgrana: “Acá asaltaron a Rambo” (refiriéndose a los alrededores del estadio).

El delantero de los Carasucias tiene admiración por los jugadores rápidos “¿viste lo que es ese pibe? Va y viene, va y viene, parece una autopista”, pero también le gustan las situaciones complicadas “Pibe, yo tengo un laburo más difícil que el plomero del Titanic”.

Por otro lado, Ramón Díaz. El “Pelado” fue y será uno de los personajes mas divertidos del deporte. Con frases como “Boca gana partidos y River campeonatos” se fue metiendo en la historia de las declaraciones picantes.

Ramón: “Todos los argentinos nos van a apoyar (a River) contra Deportivo Cali” (En la Libertadores de 1999).
Periodista: “¿Los de Boca también?”
Ramón: “Dije los argentinos, je”.

Siempre mostrando los dientes blancos e intentando diferenciarse del resto de sus colegas. Dirigiendo a San Lorenzo, le volvió a apuntar al conjunto de la Ribera cuando este se encontraba segundo y el conjunto azulgrana primero: “Que Boca se dedique a la Copa. Los torneos internacionales dan prestigio”.  

El “Bambino”, según revelan sus compañeros de trabajo, es una persona motivadora. Un ejemplo se produce cuando Diego Armando Maradona pesaba 120 kilos y el ex entrenador le dijo “Diego, se te ve muy bien, muy flaco!”.

El hincha los extraña y pide a gritos la vuelta de estos dos personajes a los bancos de suplentes, no solo para dirigir sino también para recordar que el fútbol es un deporte y que se pueden divertir con el mismo. 


En la cima mundial

Con Veira en el banco, River conquistó su única Copa Intercontinental y su primera Copa Libertadores.  Luego de consagrarse con gran autoridad en el torneo de la temporada 1985/1986, el conjunto de Núñez, que ya no contaba con Enzo Francescoli, también pisó fuerte en el plano internacional.

Tras el Mundial de México, el “Millonario” compartió grupo con Boca, Peñarol y Montevideo Wanderers y se clasificó con comodidad al obtener cinco triunfos y una igualdad.  En la fase semifinal, se despachó con dos goleadas a Barcelona de Guayaquil, lo que le permitió tener una mayor diferencia de gol que Argentinos Juniors, su otro rival y el único que consiguió vencerlo, y avanzar al partido decisivo.

El rival en la final fue América de Calí y en la ida disputada en Colombia el equipo del Bambino se impuso por 2-1 con goles de Juan Gilberto Funes y Norberto Alonso. El “Bufalo” se volvió a anotar en la red una semana después para el 1-0 en el Monumental y, así, decretó la vuelta olímpica. Esa noche River formó con: Pumpido, Gordillo, Gutierrez, Ruggeri, Montenegro, Enrique, Gallego, Alonso, Alfaro, Alzamendi y Funes.

El 14 de diciembre de ese año River derrotó por 1-0 a Steaua Bucarest con gol de Antonio Alzamendi y se subió a la cima del fútbol mundial de la mano del Bambino.



El Bambino cortó la racha

“Hay que tener fe, hay que tener ilusión, por eso quiero que vayan 25, 30 mil personas con alegría, en familia a Rosario y, si se da, se da y si no se da, mala suerte”.

San Lorenzo, que arrastraba 21 años de frustraciones tras el título en el Nacional 1974, llegaba a la última fecha  en el Gigante de Arroyito segundo a un punto de Gimnasia, que recibía a Independiente, y debía ganar y esperar una mano del Rojo para coronarse.

El Bambino tenía fe y el milagro se dio, pero no antes sin sufrir. Un Gigante teñido de azulgrana explotó cuando Javier Mazzoni enmudeció a los triperos con su gol en el Bosque, pero Carlos Netto tiró un penal a las nubes y San Lorenzo seguía 0-0.

Sin embargo, Esteban “El Gallego” González saltó más alto que todos, batió a Abbondanzieri y le dio el campeonato a los de Boedo, que finalizaron con 30 puntos, uno más que el Lobo.  Esa noche rosarina, los once héroes azulgranas fueron: Passet; Escudero, Arévalo, Ruggeri, Manusovich; Netto, Galetto, Monserrat; Silas; Biaggio —goleador, con 9—y Arbarello.

El Bambino ya lo había vaticinado, cuando en uno de los primeros entrenamientos del año, sacó un pizarrón a la cancha que rezaba: “Este es nuestro año” y así fue.


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