Por Santiago Albasi
Uno de los protagonistas de la época dorada de Vélez Sársfield, en la que fue campeón continental y del mundo, ocupa esta fecha un lugar entre los representantes de “Las dos veredas”. Se trata de Roberto Pompei, quien, además de consagrarse en el conjunto de Liniers, también pasó por Estudiantes, equipos que se enfrentarán el martes, a partir de las 17.
“Tito” debutó en Vélez en 1991, curiosamente frente a Estudiantes. Debido a la discontinuidad en el “Fortín”, fue a jugar a Talleres de Remedio de escalada y, en 1993, regresó al club que lo vio nacer.
Fue en su segunda etapa en Vélez cuando, dirigido por Carlos Bianchi, se coronó campeón de la Copa Libertadores en 1994 (convirtió el penal del triunfo en la definición desde los 12 pasos ante el Sao Paulo de Brasil) y, con la “10” en su espalda, integró el 11 titular que derrotó por 2-0 al Milan en Tokio por la Intercontinental en diciembre del mismo año.
Con dos estrellas en el bolso, pasó por dos grandes del fútbol argentino: Racing (fue subcampeón en 1995, debajo de Vélez) y Boca, un año en cada uno. Su experiencia en Avellaneda y en el equipo auriazul le permitió jugar en el exterior por primera y única vez en su carrera. Fue en el Real Oviedo de España, en el que convirtió 16 goles entre 1997 y 2000.
El mediocampista volvió a la Argentina para jugar en Estudiantes, club en el que, entre 2000 y 2003, jugó 98 partidos y anotó ocho goles. Posteriormente, pasó por Chacarita Arsenal, Huracán y el Club Centenario.
Tras finalizar su carrera como jugador en 2007, Pompei debutó como director técnico en Boca en 2010 y luego cayó en Parque Patricios para dirigir a Huracán.
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