En sus orígenes en el Taladro nunca pudo explotar y mantener una regularidad en cuanto a su nivel futbolístico que le permitiera ser titular indiscutido en el equipo. Con altibajos, el oriundo de Baradero nunca pudo terminar de enamorar a los fanáticos de su ex club.
La realidad lo encuentra en otra institución, en otra zona, pero con la mentalidad puesta firmemente en alcanzar la gloria, algo que se le viene negando.
Este viernes esperará, seguramente, un lugar desde el banco de suplentes, un guiño de ojos por parte del técnico del Matador, Rodolfo Arruabarrena, para demostrar lo que aprendió durante sus inicios como profesional.
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