Con un contundente 3 a 0 sobre Paraguay, Uruguay se consagró por decimoquinta vez en la Copa América y se convirtió en el máximo ganador del torneo sudamericano. Además Diego Forlán cumplió con la costumbre familiar de obtener el título, ya que su abuelo materno, Juan Carlos Corazzo dirigió la selección campeona de 1959 en Ecuador y la de 1967 en la que también participó el padre de Cachavacha.
El 10 uruguayo fue una de las figuras en este certamen y pudo cortar la racha negativa con dos goles en la final ante el equipo Guaraní, dado que hace más de un año que no convertía para su selección. Su último tanto fue ante Alemania en el partido por el tercer puesto de la Copa del Mundo en Sudáfrica.
Además, La Celeste, le quitó la esperanza a Paraguay de ganar por tercera vez la competencia sudamericana y se mantuvo como el único visitante que se consagró campeón en Argentina, ya que lo logró en tres ocasiones (1916, 1987 y 2011) y consiguió dar por segunda vez la vuelta olímpica en el Antonio Vespucio Liberti.
Como en el Campeonato Sudamericano de Perú en 1935 los uruguayos vencieron por 3 a 0 en partido final. En aquel cotejo el equipo derrotado fue Argentina y los goles los convirtieron Héctor Castro, José Alberto Taboada y Aníbal Ciocca.
Otro dato para destacar del subcampeón es que llegó al Monumental siendo el segundo mejor tercero de las tres zonas y sin ganar ningún partido en todo el certamen. La solidez de su defensa y del mejor arquero del campeonato lo llevó al partido con Uruguay.
A pesar de no ser el goleador del torneo, Luis Suárez volvió a anotar y se llevó el premio al mejor jugador debido a sus grandes actuaciones y el excelente desempeño que tuvo en la final contra Paraguay, quien pocas veces supo incomodar al campeón y fue menos durante todo el encuentro.
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