Por Alejandro Ballester
Como si la carrera de Martín Palermo no tuviese suficiente dramatismo, las lesiones a lo largo de sus años como futbolista no fueron un detalle para el goleador. Fueron tres graves lesiones de las que el optimista del gol se supo recuperar y volver pese a las adversidades.
Su primer lesión fue el 13 de Noviembre de 1999, por la decimocuarta fecha del torneo Apertura. En una jugada confusa en el área de Colón, Palermo cayó mal y se lastimó la rodilla, aunque siguió jugando el partido y, lesionado, convirtió su gol número cien en la primera división. Una vez finalizado el partido se confirmó la gravisima lesión: rotura de ligamentos cruzado anterior y colateral medial. El 24 de mayo del 2000, y en su vuelta tras los 6 meses de inactividad, el "loco" se recibió como ídolo de Boca tras marcar el tercer y último gol que definió la serie ante River por los cuartos de final de la Copa Libertadores.
La segunda grave lesión fue el 30 de noviembre del 2001, por la tercera ronda de la Copa del Rey jugando para el Villareal. Luego de festejar el gol que depositaba a su equipo en la próxima ronda del campeonato español, fue a festejar el gol con los hinchas del "submarino amarillo" y para su mala fortuna, la valla que separaba a los simpatizantes del campo de juego se derrumbo y aterrizo sobre el tobillo derecho del ex Estudiantes, lo que le causo la fractura y una posterior inactividad de cuatro meses.
Ya en su segundo ciclo en el club de la ribera, sufrió su tercer lesión importante. Fue el 23 de agosto de 2008, por la tercera fecha del Torneo Apertura, cuando cayó mal luego de saltar a disputar una pelota con Santiago Hoyos, lo que le provocó la rotura del ligamento cruzado anterior y del ligamento colateral medial de la rodilla derecha. Fue intervenido quirurgicamente y regreso a los siete meses, el 14 de febrero del 2009, por segunda fecha del Torneo Clausura, en la derrota de su equipo dos a cero ante Newell´s Old Boys.
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