El encuentro que disputarán el próximo lunes Vélez y Godoy Cruz, en el estadio José Amalfitani, contará con varios condimentos que lo convierten en uno de los mejores de la fecha, ya que no sólo será un duelo trascendental para el destino final del campeonato argentino, sino que también tendrá un significado especial para el volante del conjunto local, David Ramírez, que se medirá ante su ex equipo.
Los primeros pasos del “Mago” en el elenco mendocino fueron durante la temporada 2007 y principio del 2008, cuando se encontraba en la B Nacional, lapso en el que disputó 29 partidos y marcó ocho tantos para luego ser cedido, en primera ocasión, a Gimnasia de Jujuy y, tiempo después, a Unión Española de Chile.
Aún así, en su segunda experiencia con la camiseta del "Tomba", en el 2010, desplegó su mejor versión, convirtiéndose, gracias a su destacado rendimiento y a sus grandes goles, en una de las máximas figuras del fútbol criollo y llevando a su equipo hacia la clasificación para la Copa Libertadores (primera vez en la historia). En aquella etapa, participó de treinta cotejos y cosechó diez goles.
Oriundo de Ramallo (provincia de Buenos Aires), Ramírez inició su carrera en Defensores de Belgrano de Villa Ramallo y dio su primer salto cuando fue adquirido por Sportivo Italiano, donde permaneció por tres años. Además, jugó en Ferro, Olimpo y Ponferradina de España, su única vivencia en el viejo continente hasta el momento.
Actualmente, con sus 30 años cumplidos el pasado 18 de febrero, defiende los colores de Vélez -casaca con la que lleva seis festejos en diez partidos jugados- y apunta a consagrarse tanto a nivel local como continental, títulos que significarían los primeros de su carrera.
Sin embargo, en el camino Ramírez deberá cruzarse con sus ex compañeros cuando el "Fortín" reciba a Godoy Cruz y, ya sea desde el arranque o bien ingresando desde el banco de suplentes, intentará escribir un nuevo capítulo de la ley del ex.
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