Por Gonzalo Durand
En 1962, Boca derrotó 1 a 0 a River en la Bombonera con un gol de Valentim, y quedó a un paso del título (que luego consiguió) gracias a Antonio Roma, quien le atajó un penal a Delem. En 1986, River, consagrado campeón una fecha antes del cierre del torneo, le ganó a su clásico rival por 2 a 0, con dos tantos de Norberto Alonso, uno de ellos con una pelota Tango anaranjada.
El domingo 9 de diciembre de 1962 fue el día en el que Boca y River se encontraron para definir el campeonato en el que eran punteros. Por la penúltima fecha, y con el arbitraje de Carlos Nai Foino, los dos equipos comenzaron el cotejo con cierta paridad en el juego, pero además con mucho nerviosismo, algo que sin dudas los llevó a perder la calma en el desarrollo del encuentro. Con este panorama, los errores tomaban protagonismo, hasta que llegó la primera decisión fatídica del partido: a los 15 minutos del primer tiempo, Marcelo Echegaray cometió una falta dentro del área y el juez cobró penal. Valentím se encargó de ejecutar un tiro cruzado frente a Amadeo Carrizo, quien no pudo evitar la apertura del marcador. 1 a 0 a favor de Boca, con una Bombonera que desbordaba de alegría. Sin embargo, River quería remontar el resultado adverso, y comenzó a inquietar al Xeneize con una estrategia ofensiva como arma principal. A 5 minutos del final, Nai Foino cobró un penal inexistente a favor de River, interpretando que Carmelo Simeone estaba agarrando ilegalmente a Luis Artime. Delem era el elegido para ejecutar el tiro desde los doce pasos, pero la elección no tuvo éxito, ya que el arquero Roma se vistió de héroe y evitó el empate tras atajar el penal con una volada (con adelantamiento incluido) hacia su palo derecho. Finalmente, Boca triunfó, y luego se consagró campeón frente a Estudiantes.
Por su parte, River también tuvo su momento de gloria frente a su eterno rival. La Copa Libertadores de 1986 con Juan Gilberto Funes en su esplendor, la temporada 1985/1986 con Enzo Francescoli como figura principal del equipo, la obtención de la Copa Intercontinental de ese mismo año frente al Steaua Bucarest y un equipo con notables jugadores dirigidos por Héctor Veira fueron solamente algunos factores que permitieron que el Millonario sea considerado el mejor equipo del mundo, hace 25 años. Sin embargo, muchos fanáticos recuerdan un hecho histórico que se llevó a cabo ese mismo año, ya que recuerdan el día de la Pelota Naranja, en el que Norberto Alonso convirtió dos goles en la victoria de River contra Boca, por 2-0, con vuelta olímpica riverplatense antes de inciar el cotejo, en la mismísima Bombonera.
El “Beto”, uno de los máximos ídolos del club de Núñez, hizo historia ese día, tras anotar un gol de cabeza con un balón Tango color naranja debido a la gran cantidad de papeles blancos que había en el césped de la Bombonera. Francisco Lamolina, el árbitro, fue quien determinó utilizar esta pelota, ya que iba a confundir la visibilidad de los jugadores. Además, este Superclásico contó con una vuelta olímpica antes del encuentro, ya que River llegaba a la Bombonera en condición de campeón, a cinco fechas de finalizar el torneo.
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