Boca derrotó a Olimpo en Bahía Blanca 2 a 1, por la última fecha del Apertura 2005, y festejó los 100 años de existencia con un nuevo título. Rodrigo Palacio, con diez tantos anotados, fue la gran figura del equipo dirigido por Alfio Basile.
Gimnasia lo tuvo ahí, al alcance de las manos. Tras derrotar a River en el Monumental, por la fecha 17, todo parecía suponer que no tendría inconvenientes en ganarle a Newell’s como local y conservar la distancia sobre Boca en la cima del torneo. Pero el equipo platense no pudo mantener la regularidad y flaqueó en los momentos importantes. El “Xeneize”, más experimentado a la hora de pelear por un campeonato, consiguió tres éxitos consecutivos, que lo llevaron a la última fecha a estar un punto por encima del “Lobo”.
Bahía Blanca era el centro de la definición. Un estadio molesto para los equipos que promulgan el buen juego y, sobretodo, necesitan salir a ganar para conquistar un título. La fecha 19 tenía a Olimpo y a Boca como escenario principal, aunque no había que descuidar lo que ocurría en Banfield, entre el local y Gimnasia.
A los 9 minutos llegó la primera emoción de la tarde. Ismael Blanco recibió por la derecha y con un fuerte remate venció la resistencia de Abbondanzieri. Olimpo se adelantaba en el marcador. Sin embargo, al minuto, apareció la famosa “suerte del campeón”: centro a la cabeza del “Cata” Díaz, quien estableció el empate parcial. La tranquilidad llegó a los 40 de la etapa inicial. Federico Insúa, de tiro libre, le dio la ventaja a Boca y, por el momento, el título.
El segundo tiempo se desarrolló con tranquilidad para los dirigidos por Alfio Basile. Las noticias, en el complemento, llegaron desde la cancha de Banfield. Gimnasia, por medio de Delorte, abría el marcador y obligaba a Boca a no recibir el empate, lo que le costaría el torneo. Sin embargo, nuevamente haría su aparición la “suerte del campeón”: Sand, un ex River, le dio el empaté al “Taladro” sólo dos minutos después. Nadie le sacaría la gloria al “Xeneize”.
Oscar Sequeira marcó el final y estalló la fiesta. Boca conseguía así su vigésimo primer título profesional y justo en el año de su centenario. También sería el primer logro a nivel local para su técnico, Alfio Basile.
No fue fácil el camino al éxito, teniendo en cuenta que el equipo, lleno de estrellas y figuras de renombre, tenía la “obligación”, según la gente y el periodismo, de salir campeón. Las dos derrotas consecutivas en las fechas 14 y 15, ante Colón y Arsenal, hicieron tambalear al plantel y, sobretodo, al “Coco”, quien fue duramente criticado. Pero en ese momento apareció el buen juego, con un Rodrigo Palacio en gran nivel y autor de 10 goles, y Boca cerró el Apertura con cuatro triunfos en fila.
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