lunes, 16 de mayo de 2011

“Quería vivir un Superclásico así”

Por Carolina Dromi




Lo soñó y lo cumplió, “Era una de las cosas que quería, convertir en el último clásico” dijo “El Loco” al final del partido con los ojos llenos de lágrimas. Palermo metió el segundo gol del triunfo y cerró su leyenda personal con los Superclásicos ante River, con broche de oro.

La pelota quedó a su plena disposición para poder cumplir el último deseo antes de retirarse en junio. Martín Palermo a los 30 minutos del primer tiempo logró completar su historia con los clásicos, bien a su manera, con un gol de cabeza muy característico de él.
Luego de un tiro libre ejecutado por Pablo Mouche y varios rebotes entre los defensores de River y los delanteros de Boca, Colazo devolvió la pelota al área como pudo y la dejo justita para el 9.
Llanto y emoción es lo que quedaba en la cancha, en cada jugador y en los hinchas que dejaron su corazón en la Bombonera.

Palermo es el segundo jugador de Boca que más goles le hizo a los de Nuñez, ya que tiene nueve sobre diecinueve partidos disputados entre torneos oficiales y Copa Libertadores, de los cuales “los xeneizes” ganaron siete, empataron siete y perdieron cinco. El primero fue el delantero Paulo Valentim, quien hizo diez tantos en siete encuentros oficiales.
Pero contando los amistosos tiene dieciocho de treinta y dos encuentros.

De esta forma, Martín llegó a 225 aciertos en el fútbol argentino (con las camisetas de Boca y Estudiantes, en torneos oficiales), y 234 con la azul y oro.
Los arqueros de “La Banda” que los sufrieron, además de Juan Pablo Carrizo, fueron Daniel Vega (2), Germán Lux (3), Roberto Bonano y Germán Burgos. Tres los convirtió de jugada, uno de penal, dos de cabeza y uno fuera del área.
Su debut en los superclásicos fue en el Clausura 1997 en el Monumental y metió  el 2 a 1 del triunfo de Boca. Además siempre que anotó ante River su equipó nunca perdió.

Al finalizar el encuentro, concluyendo la tarde Palermo declaró: “Es ahora cuando empiezo a sentir que son mis últimos partidos de verdad”, totalmente conmovido y disfrutando uno de sus encuentros finales. Agregó también, agradeciendo a Dios y a su hijo, quien en el 2006 nació prematuro y falleció horas después: "Ya no le tengo que pedir más nada. Ya está por ahora, al de arriba y a mi ángel, que como siempre me acompaña”.

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