Por Ezequiel Rondán
El 13 de abril de 1930 es una fecha que no se olvida en Quilmes, ya que ese día, por méritos propios y la mala tarde del arquero rival, fue la primera vez que el Cervecero le pudo ganar de visitante a Boca, hecho que no se repetiría hasta 1976 y que daría origen a uno de los historiales más desparejos del fútbol argentino.
En la cancha de Boca y por la cuarta fecha del torneo, los del Sur presentaron a García, Magrini, Storgato, Martínez, Ramos, Lloret, Sandoval, Arrillaga, Vázquez, Quadrio y Mandile, que, luego de perder ante Excursionistas e Independiente y ganarle a Sportivo Buenos Aires, fueron a conseguir su segundo triunfo consecutivo.
Por el lado de Boca, también buscaban su segundo triunfo en su segundo partido del campeonato, ya que sus encuentros ante Huracán y Argentinos Juniors se habían postergado para mayo y noviembre respectivamente y en el único jugado le había ganado a Tigre 2-1. Para vencer al rival de turno contaron con Merello, Bidoglio, Strada, Médici, Fleitas, Solich, Moreyras, Penella, Kuko, Tarasconi, Cherro y Evaristo, pero nadie esperaba la mala tarde que tendría su arquero.
El partido comenzó pasadas las 15 y sería Boca quien abriría el marcador de la mano de Evaristo, quien remató bajo y cruzado un centro que llegó desde la derecha a los 11 minutos, pero la alegría Xeneize duraría poco, ya que a los 20, Merello salió mal a cortar un centro y, tras chocar con Vázquez, dejó desprotegido el arco para que Quadrio empujara el balón y decretara el 1-1.
Asimismo, los errores del arquero Merello volverían a ser protagonistas del partido, primero a los 23 minutos cuando no logró despejar un centro de Sandoval, y Vázquez cabeceó el balón al arco libre para poner el segundo y luego, a los 32 minutos de juego, un tiro desde afuera del área de Vázquez se le escapó de las manos al arquero y decretó el 3-1 para los visitantes.
Sin embargo, los Xeneizes no estaban dispuestos a perder tan fácilmente y antes de que finalizara el primer tiempo y gracias a un remate de Kuko, lograron achicar la ventaja quilmeña y ponerse tres a dos, resultado con el cual se irían al entretiempo.
A los 11 minutos del segundo tiempo, Boca alcanzaría el empate luego de que Penella recogiera un despeje del defensor rival Storgato y rematara de espaldas al arco para conseguir el ansiado empate en tres goles, a lo que le sucederían varias oportunidades del local para ponerse en ventaja, pero no lograron concretar ninguna.
Pero los visitantes no se iban a dar por vencidos e irían a buscar el cuarto tanto, que llegaría luego de una buena jugada de Arrillaga, donde eludió a varios adversarios y finalmente le pasó la pelota a Mandile, quien no encontró resistencia ni inconvenientes para anotar el último tanto del partido, el que le daría la victoria al conjunto quilmeño y señalaría ese día como la primera vez que el Cervecero se llevó los tres puntos de la cancha de Boca.
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