El día que Zapata sorprendió a todos y le dio el título a River

Por Juan Ignacio Repetto

El Roberto Carminatti de Bahía Blanca fue escenario de uno de los últimos éxitos de River, ya que, en la 18º fecha del Clausura 2003, el por ese entonces conjunto de Manuel Pellegrini venció a Olimpo por 2-0 y consiguió su 31º título local en la era profesional.

Luego del triunfo de Boca frente a Independiente de ese mismo día, River necesitaba de los tres puntos para coronarse una jornada antes del final. De lo contrario, un peligroso Racing aguardaba en el último partido para arruinarle la fiesta en el Monumental.

Quizás por la ansiedad de gritar campeón, el encuentro se puso cuesta arriba para los de Capital Federal y hasta Franco Costanzo debió convertirse en figura para evitar una posible derrota.

Ni siquiera la calidad de Andrés D´Alessandro o la efectividad demostrada por Fernando Cavenaghi durante todo el certamen les alcanzaba a los visitantes para poder doblegar a la defensa bahiense. 

Equipo que salió a la cancha, sin Zapata ni Barrado

Sin embargo, cuando restaban solo diez minutos para el cierre de las acciones y el cotejo parecía terminar sin goles, la mano del director técnico chileno se hizo notar: el Ingeniero decidió el ingreso de Víctor Zapata en lugar de Lucho González y terminó modificando el resto del encuentro.

Zapata, uno de los pocos jugadores que era resistido por los hinchas riverplatenses, desbordó por izquierda y, en un intento de centro, clavó un disparo imposible para Jorge Vivaldo, que terminó atrapado en la red y perplejo por la inesperada resolución del volante zurdo.

El gol que tanto se aguardaba en la fría noche de Bahía llegó de forma inesperada y sorprendió hasta al propio Zapata, que más tarde confesó que no quiso pegarle al arco.

Ya con la ventaja en el marcador y el título casi en el bolsillo, los visitantes se soltaron y pudieron estirar la diferencia. Diego Barrado, otro jugador que comenzó el partido junto a Pellegrini en el banco de suplentes, marcó el 2-0 final y terminó de definir el campeonato.

Si bien el enfrentamiento del próximo fin de semana tendrá mucho en juego por la difícil situación de River en la zona de promedios, parecen muy lejanos los momentos en los que los de Núñez peleaban por aumentar su supremacía en el ámbito local y conseguir otro torneo más para enriquecer sus vitrinas.