Por Alejandro Ballester
Era la fecha 19 del torneo Clausura, en este partido se iba a definir el campeón. Por un lado el muy regular Vélez de Gareca, con Rodrigo López y Maxi Moralez como figuras, por el otro lado el Tiki Tiki del Huracán de Ángel Cappa, con Bolatti, Pastore, Defederico y Toranzo como abanderados de este ideal de juego. Fue un partido que se definió sobre la hora, con polémica y escándalo.
Era una final y se jugo de esa manera desde el minuto 0 hasta el minuto 90, donde hubo polémicas desde el principio hasta el final. A los nueve minutos, se dio el primer fallo clave de la tarde, cuando a instancias del juez de línea, el árbitro Gabriel Brazenas anuló un gol de Eduardo Domínguez por una supuesta posición adelantada que no existió. A los 19 minutos el partido se detuvo por aproximadamente veinte minutos debido a la caída de granizo, con hielos del tamaño de piedras.
El parate le vino mejor a Vélez, que a los tres minutos de la reanudación tuvo una chance inmejorable para ponerse en ventaja, cuando Carlos Arano le hizo un claro penal al "burrito" Martínez, pero el arquero Monzón le ahogó el grito a Rodrigo López y mandó la pelota al tiro de esquina. De ese corner el uruguayo tuvo su revancha pero Arano despejo la pelota en la línea. Sobre el final del primer tiempo otra vez Domínguez amenazó al arco del fortín con un cabezazo que dio en el travesaño.
En el segundo tiempo el local salió en busca del gol que le diese el título y por eso el técnico Gareca saco a Gastón Díaz y mandó a la cancha a Joaquín Larrivey, mientras que Huracán solo apostaba a algún contraataque de Pastore o Defederico.
Cuando quedaban tan sólo nueve minutos y el conjunto local no encontraba el gol, llegó la polémica del partido. Luego de una pelota peinada por el uruguayo López, Larrivey fue con los dos pies para adelante ante la salida de Monzón, cometiéndole una falta alevosa al arquero, que todo el mundo vio menos el línea y el arquero, quedándole la pelota a Moralez que lo único que tuvo que hacer es empujarla y desatar la fiesta en Liniers. En el festejo alocado el 10 del fortín se quitó la camiseta y al ya estar amonestado, recibió la segunda amarilla y se fue expulsado. En los minutos finales el globo no tuvo ideas y no creo peligro en el arco defendido por Germán Montoya.
Una vez terminado el partido se armó un pleito entre los jugadores de Huracán y Larrivey, que le recriminaban la falta al arquero, y también hubo un intercambio de insultos entre los dirigentes e hinchas del conjunto local con Ángel Cappa, aunque poco les importaba ya que disfrutaban un título mas para el club. Un final injusto para dos equipos que merecían ser campeones pero que solo uno logró.
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