Por Agustín García Belachur
El partido más recordado entre Racing y Banfield se disputó el 5 de diciembre de 1951 en el Viejo Gasómetro, cuando el equipo de Avellaneda superó por 1 a 0 al Taladro en el desempate por el torneo de ese año y se consagró como el primer tricampeón del fútbol argentino desde su profesionalización.
El desenlace del campeonato de 1951 encontró a Banfield y a la Academia con la punta compartida en 44 puntos. El primero tenía una mejor diferencia de gol, pero la AFA decidió que se jugasen dos partidos entre ambos clubes en el estadio de San Lorenzo de Almagro.
En el primer cotejo, no pudieron sacarse ventaja y el partido terminó sin goles, el 1 de diciembre. Cuatro días después, en el segundo desempate Racing ganó por 1 a 0 con gol de Mario Boyé al minuto del segundo tiempo, mediante un violento disparo que venció la resistencia del arquero Graneros.
El certamen de 1951 fue el primero en el que el equipo de Guillermo Stábile dispuso del Cilindro de Avellaneda, su estadio, un campeonato completo. El comienzo no fue del todo auspicioso ya que en las diez primeras fechas, la Academia ganó dos partidos, perdió otros dos y empató cinco.
En la novena fecha, Banfield fue local ante la Racing y Gustavo Albella, de penal, estableció la ventaja para el conjunto del Sur. Tan parejo fue el cotejo que la Academia pudo empatarlo cuando faltaban 12 minutos para el final.
A partir de esa fecha, el equipo de Stábile logró solidez y no volvió a sufrir una derrota hasta la fecha 23, cuando perdió ante Ferro.
Por la segunda vuelta del campeonato, los de Avellaneda debieron encontrarse nuevamente con el Taladro. En el primer tiempo Higinio García desaprovechó un penal, pero más tarde Ámela puso en ventaja a la Academia. Finalmente cuando faltaba un minuto para la finalización del partido, apareció otra vez Albella y empató el cotejo que le permitía mantener en soledad el primer puesto del campeonato.
En la fecha siguiente se disputaron dos enfrentamientos importantísimos, por un lado igualaron Banfield y River, y por el otro Racing superó a Independiente en el clásico de Avellaneda. La tabla de posiciones se reacomodó y la Academia quedó segundo, a un punto del conjunto del Sur.
El 28 de octubre la Academia perdió el invicto que ostentaba en el Cilindro desde su inauguración, a manos de Boca Juniors. Luego empató con Vélez y regreso al triunfo frente a San Lorenzo, fecha en la que el Taladro cayó ante Chacarita Juniors como visitante. Así Racing quedó nuevamente a un punto del Taladro cuando faltaban dos fechas.
Por la penúltima fecha, la Academia igualó ante Atlanta y alcanzó a los del Sur. Mientras que en la jornada final ganaron los dos equipos, Racing goleó a Lanús y Banfield aniquiló a Independiente. De esta manera llegaron ambos conjuntos a disputarse un doble enfrentamiento para decidir el equipo que se consagraría campeón en 1951.
Las más diversas conjeturas y suspicacias se tejieron en los días previos al choque decisivo. Por un lado estaba Juan Domingo Perón, quien a través de Ramón Cereijo que era el ministro de Hacienda, socio y fanático de Racing, había sido fundamental en el engrandecimiento del club de Avellaneda y en la construcción de su cancha. Pero por el otro lado, su esposa, María Eva Duarte de Perón, se encontraba estrechamente ligada a los sectores de menores recursos y prefería una victoria de Banfield.
Lo cierto es que Racing Club se consagró tricampeón en 1951, bajo la conducción de Guillermo Stábile y gracias a que pudo mantener la base del equipo bicampeón de 1949 y 1950, con Llamil Simes, Higinio García, Ezra Sued, Alberto Rastelli y José Manuel García Pérez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario